sábado, 30 de abril de 2011

Cesar Millán en Madrid

César Millán, más conocido como el encantador de perros, tiene un don especial para adiestrar a los caninos y lograr la perfecta armonía entre el hombre y este animal. Pero la vida no siempre fue fácil para él. Descubrimos cómo este mexicano de 41 años llegó a las televisiones de 105 países y a vender tres millones de libros en 50 idiomas
VotaResultado 0 votos compartir


El perro de Zuckerberg tiene perfil en Facebook
Bichos en YouTube. La fiebre por los vídeos de animales en internet
Dos perros matan a un hombre y hieren a su hijo en su finca de Córdoba
La asociación 'El Refugio' expone la nueva ley que castigará el maltrato animal
César Millán nació en Culiacán, al suroeste de México, en el seno de una familia humilde. Al leer cómo era la pequeña casa donde vivía con sus padres, hermanos y abuelos, la cabaña de la película 'Charlie y la fábrica de chocolate' viene irremediablemente a la cabeza, pero con un matiz importante: en ésta había perros de por medio.

No es que hubiese perros en aquella casa pero eran muchos los que rondaban por la zona y todos seguían a César allá donde iba. Por eso se ganó el apelativo de 'el perrero' en la escuela secundaria, donde no tuvo muchos amigos.

Ese chico creció y tomó una firme decisión: Probar suerte en Estados Unidos, donde, gracias a las películas y a la televisión, había visto que se encontraban los mejores adiestradores de perros.

Pasar la frontera no fue fácil pero finalmente alguien que no conocía de nada le ofreció ayuda a cambio de todo el dinero que llevaba encima. Se quedó sin nada, pero con eso pudo pagar el taxi que le llevaría hasta San Diego.

Al llegar a Estados Unidos, como inmigrante ilegal que era, le costó encontrar trabajo. Los perros seguían siendo su prioridad así que su primer trabajo en San Diego fue en un salón de belleza canino de la ciudad. Con lo que ganó allí puedo viajar a Los Ángeles, donde se recorrió todos los centros caninos y consiguió un trabajo limpiando perreras.

De limpiar perreras pasó a limpiar limusinas pero sin dejar a los perros de lado: ellos le ayudaban con las mangueras y los cubos. Un periodista de 'Los Ángeles Times' vio cómo este hombre 'encantaba' a los perros y no lo dudó: aquel espectáculo merecía un reportaje.

Aquel reportaje fue el comienzo del éxito. A partir de entonces llovieron las ofertas para llevar a cabo un programa de televisión con él como protagonista. El resto de esta historia se puede ver en televisión cada fin de semana en Cuatro y los próximos 2 y 3 de mayo también en directo en el Palacio de Deportes de Madrid.

La gran aportación de Millán es su Centro de Psicología Canina, esa nave industrial que César Millán posee en Los Ángeles desde los noventa y donde conviven en armonía una media de 50 perros. Cuando salen de allí, han superado sus traumas. El perro es el mejor amigo del hombre. Pero no siempre el hombre es el mejor amigo del perro, por eso hacen falta personas como César Millán.