jueves, 11 de marzo de 2010

Piñas y más piñas

Pues esta mañana he tenido otra pelea con mi papá, se empeña en quitarme las piñas que he cogido y yo no quiero abrir la boca. Realmente no sé sí me gusta más que la tarta que había ayer, pero como soy un cabezota, sí la cojo no la suelto: porque es mía. Así que como en el parque hay tantas, todas las mañana me dedico a buscar con los ojos alguna, y cuando la veo, ¡zas¡, no hay quien me la saque. Todo consiste en cerrar la boca con fuerza y no hacer caso de nada. Así que yo en mis trece y él empeñado en que se la de.

2 comentarios:

  1. ja, ja... me le imagino.

    Gracias por compartir y contar vuestras historias.

    Un saludo

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  2. jajajajaj, excelente, excelente ese comportamiento de Cocker. Muy tìpico eso de «no hacer caso de nada»...jajajajaj
    ooooh, por fa, cuéntanos màs anécdotas, me recuerdan tanto a Edgar...
    Por cierto, ayer vi un montòn de fotos tuyas, Son. Qué abrazable!!!

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